‘Supervivientes 2025’: Anita y Montoya protagonizan su conversación más sincera y firman la paz
La expareja ha intentado dejar atrás sus diferencias después de su último enfrentamiento en la palapa
Después de protagonizar una tensa pelea en la palapa de las últimas galas de Supervivientes 2025, Anita y Montoya parecen haber acercado posturas. La expareja hace vida por separado con sus respectivos grupos, pero pueden mantener conversaciones a través de la barrera que separa ambas zonas. Y eso es justo lo que ha pasado recientemente. Dejando a un lado sus diferencias, la catalana se acercó a hablar con el que fuera su novio y le preguntó si había visto el atardecer, y fue entonces cuando llegaron a un inesperado acuerdo.
"Mira, ya está. Al final, creo que me he levantado en otro mood", comenzaba a decir Montoya, expresándole a la de Barcelona que estaba harto de malos rollos y que cree que lo mejor es centrarse en disfrutar de la experiencia que estaban viviendo desde los Cayos Cochinos. "No sé lo que estaremos aquí, pero yo creo que hay que llevarnos lo mejor posible. No puedo olvidar lo que he sentido por ti y lo que nos hemos querido en un año. Aquí, evidentemente, puedo estar más cerrado al amor y con más desconfianza, pero yo el cariño te lo tengo. Yo te he perdonado", decía.
"Nunca te he echado en cara nada... ¿tú me reconoces que cuando te pones orgullosa se te va la boca e intentas molestarme? ¿Sin sentir las cosas?", continuaba, algo que Anita quiso matizar explicando que no era por orgulloso si no “por rabia”, tal y como ocurrió cuando defendió a Gala. “Ahí salió la Anita rabiosa”, manifestaba.
Tras exponer sus diferentes puntos de vista, Anita le lanzaba un piropo y ambos no podían evitar emocionarse. "No me mires así con esos ojos porque me emociono. Creo que no es el momento de pensar en el amor. Te quiero y no te olvido. […] Yo no soy tu enemigo. Sé que hemos tenido fallos los dos. Pero yo me he enamorado”, concluía Montoya. “Y yo también”, apuntaba Anita, dando por finalizada una conversación que ha dejado entrever que han enterrado el hacha de guerra. Al menos hasta nueva orden.