Meses después de cumplir 89 años, Mario Vargas Llosa ha fallecido en la capital de Perú. Así lo han anunciado sus tres hijos: Álvaro, Morgana y Gonzalo Vargas Llosa, a través de un comunicado emitido en redes sociales. Por el momento no han trascendido los motivos que han sesgado la vida del Premio Nobel, pero, según refleja el texto publicado, la familia quiere mantener en la más estricta intimidad todo lo referente al fallecimiento y el funeral. “No tendrá lugar ninguna ceremonia pública. Nuestra madre, nuestros hijos y nosotros mismos confiamos en tener el espacio y la privacidad para despedirlo en familia y en compañía de amigos cercanos”, rezaba el escrito que firman sus tres hijos. Lo que sí ha trascendido es que será incinerado, cumpliendo así su última voluntad.

Mario Vargas Llosa, natural de Perú, fue el último gran Premio Nobel de lengua hispana. Articulista, columnista, novelista, Vargas Llosa ha sido un reconocido orador y escritor que en los últimos años de su vida ha viajado por todo el mundo impartiendo conferencias. Los meses previos a su fallecimiento, el autor de La fiesta del chivo se había mantenido al margen de la vida pública.

Además de ser un referente en el mundo de la cultura, estuvo a punto de dar el salto a la política, aunque finalmente nunca fue presidente de su país.

Uno de los motivos por los que el escritor pasará a la historia, además de por ser galardonado con el máximo reconocimiento literario, es por haber sido uno de los últimos amores de Isabel Preysler. Por este noviazgo, Vargas Llosa dio un salto en su carrera y comenzó a ser personaje de la crónica social. La relación de la reina de corazones y el intelectual duró en torno a ocho años. Después de este fracaso amoroso, el peruano regresó a Lima y retomó la relación con la que siempre había sido su mujer, Patricia Llosa. Además de su matrimonio, también recuperó la relación con sus hijos, que hoy lloran su pérdida.