La historia de amor de María la Jerezana y José María Almoguera vive un punto y aparte desde que la joven terminara su aventura en el concurso de Gran Hermano Dúo. La última eliminada dejaba así en soledad al que ha sido su compañero de fatigas y mucho más frente a sus compañeros y frente a la audiencia del reality. Aunque en su día, el hijo de Carmen Borrego asegurara que si su chica era expulsada, él abandonaría el concurso, lo cierto es que nada más lejos de la realidad. El nieto de María Teresa Campos sigue adelante con su andadura tras los muros de la Casa de Guadalix de la Sierra.

Así las cosas, tres días después de su salida del concurso, María se ha vuelto a reencontrar con sus compañeros de manera telemática durante la emisión de la gala de el Debate de Gran Hermano Dúo. Lo hacía desde el plató después de que Ion conectara con los habitantes de la casa pasándoles a la joven para que les despidiera y les mandara un último mensaje.
En primer lugar la joven hablaba con Maica y Oscar, lo hacía con desdén asegurando que no necesitaba las lágrimas de nadie: "No me he muerto", aseguraba. Tras mostrarles su decepción María se despachaba con sus enemigos como han sido Romina o Miguel Frigenti. A ella la tachaba de falsa y fría y con Frigenti no se quedaba atrás señalándole como el concursante que más daño había hecho dentro de la casa: "Perdonar todo el daño que has hecho a mucha gente que me quería. No me creo tus perdones, de noche la conciencia no te deja dormir", aseguraba.

Tras los reproches y acusaciones a todos ellos llegaba el momento de hablar con el que ha sido su pareja dentro de la casa. Lejos de mostrar hostilidad o mal humor con el primo de Alejandra Rubio, se mostraba cariñosa con él y se animaba a marcarle la hoja de ruta a seguir sin ella dentro de la casa: " Quiero que te centres en el José de dentro. En tu concurso, olvídate de todo lo de fuera. Todo está súper bien. Piensa en ti y quiero que estés bien. Te estoy esperando y te estoy respetando. Y cuando salgas fuera, ya hablaremos".