El volcán de las tramas en La isla de las tentaciones está en erupción y no parece calmarse. Con la hoguera de confrontación de Alba y Gerard y la alarma en la villa de las chicas después de que Eros cayera en la tentación de Erika, las lágrimas y las polémica dentro del concurso están servidas. En primer lugar, el dramático encuentro entre Gerard y Alba terminaba con la decisión del joven de marcharse del reality sin su pareja. Una decisión tomada entre lágimas que dejaba también sin consuelo a su ex, quien intentaba, sin éxito, asegurar que sus celos y demandas habían mejorado, a pesar de las desconfianzas que mostró sin reparo durante su periplo en el concurso. Días antes, Gerard, explicaba a Sandra los motivos que posteriormente le llevaron a tomar esa decisión: "Me lo podía esperar, que ella fuera egoísta. Estoy decepcionado. Creerá que la única manera de no perderme es pedirme una hoguera, llevarme para casa y que así no pueda caer una tentación", explicaba. Ambos afrontaron juntos las imágenes en las villas, pero ese visionado solo servía para afianzar aún más la decisión de Gerard.

Se acciona la alerta

Y del drama a la atracción incontrolable que han sentido Eros y Érika y que provocaba que se iluminara la alarma en Villa Playa. Durante la última fiesta celebrada en la casa, ambos compartían un momento íntimo  durante la fiesta, en el que ella le daba un masaje como previo a una una conversación entre abmos que hacía encender la mecha. Eros preguntaba a Erika acerca de sus sentimientos y ella le hablaba con sinceridad asegurándole que si le gustaba allí, también le gustaría fuera.

El joven no tardaba en contestar: "Me gustas mucho, o te voy a mentir, pero tampoco me voy a llevar otro chasco como el que me estoy llevando con Bayan, al principio es todo muy bonito, pero me gustaría saber lo que sientes". Ante esta afirmación una frase de Erika provocaba que Eros se dejase llevar: "seguiría así muchísimo tiempo", le decía. Tras esto se fundían en un intenso beso que comentaban todos sus compañeros de aventura. Este momento no se quedaba ahí y ambos se marchaban a la cama. Aunque no pararon de darse caricias y besos, lo suyo no pasó a más, pero sí durmieron juntos.